
Blood Diamonds, una película basada en hechos reales. La película trata de cosas que pasan todos los días en África (“TIA”: “This Is Africa” – “Esto es África”). La película trata sobre la exportación ilegal de diamantes que existe para subsidiar las guerras civiles dentro de las etnias en los países. Los rebeldes explotan las minas de diamantes y los venden, y con ese dinero comprar las armas que usan en su guerra contra el gobierno. Lo más impactante de la película es como la gente ve todo eso tan normal, tan rutinario. Una guerra más, una muerte más. “Una muerte es una tragedia, un millón, es una estadística” – Stalin. Y aunque quisiéramos que la realidad fuera otra, esta es la realidad. Ya no existe bien y mal, simplemente existe una forma de sobrevivir. En la película hay una periodista llamada Maddy Bowen, ella aunque ha estado en lugares como Bosnia, Afganistán, y África, sigue creyendo que aunque ella lo único que puede hacer para mostrar esa parte de la tierra al resto del mundo es escribiendo y tomando fotos, sigue creyendo y teniendo fe, que algún día eso que ella publique puede hacer la diferencia, y es bajo esa esperanza que continúa día a día haciendo lo que hace, y manteniéndose cuerda. Es por esto mismo que puede continuar viendo las cosas que ve, y viendo a las personas que lo hacen a los ojos. Yo me pregunto: ¿Será que estamos listos para ver la maldad en los ojos de los hombres?